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Primer simposio de Viticultura Regenerativa

El pasado Jueves 17 de Junio, coincidiendo con el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, tuvo lugar el primer simposio de viticultura regenerativa. El evento organizado por la Familia Torres contó con un amplio número de voces que clamaban a favor de un cambio de modelo productivo. Necesitamos suelos vivos para hacer frente a un cambio climático, y la agricultura regenerativa es una gran caja de herramientas para hacer un cambio a gran escala.

El evento empezó puntual, con apenas 80 asistentes debido a las restricciones por el Covid, pero con más de 600 personas conectadas virtualmente en algunos momentos de máxima audiencia. Y no era para menos: una de las bodegas referentes en producción de vino, Torres, ha puesto encima de la mesa un ambicioso proyecto para transformar 500 hectáreas en agricultura regenerativa en los próximos 5 años.

La jornada abrió con la intervención de Allan Savory, referente en la regeneración del paisaje a gran escala y quien repitió varias veces, entender qué puede y qué no puede manejar el ser humano. «No es el qué producimos, sino el cómo», resaltó. Como dato a considerar, aquellas personas ganaderas que siguieron las enseñanzas de producir mediante simbiosis entre animales y praderas. Cuando empezó sus enseñanzas «en los Estados Unidos hubo más de 600.000 familias granjeras que quebraron, mientras que quienes adoptaron este tipo de gestión habían conseguido aumentar sus beneficios en un 300% de media”, afirmó. Y todo ello mediante la captura de carbono, rehidratando los suelos y vivificando el paisaje. No podemos dejar al margen la propuesta de dos sellos certificadores que acreditan estas mejoras: EOV (Ecological Outcome Verification), y FTM (Farm To Market).

Después fue el turno del australiano Darren Doherty, mediático asesor y diseñador que ha popularizado la Agricultura Regenerativa a lo largo del mundo, con centenares de proyectos a sus espaldas. En su ponencia, también virtual, puso especial énfasis en los proyectos vitícolas en los que ha colaborado. Con un claro mensaje del diseño que requiere un cambio productivo, los cambios y las dificultades sociales que pueden surgir. Y con la propuesta del uso de su plataforma, Regrarians, donde la evolución de la escala de la permanencia le ha permitido considerar más factores para la transformación de la producción agraria.

James Sweetapple de Cargo Road Wines, viticultor de primera generación procedente de Sidney puso la experiencia y, sobretodo, la emoción de la jornada. Después de compartir su pasión y datos al adoptar prácticas para aplicar su propia viticultura regenerativa, dejó a la audiencia visiblemente tocada mientras reclamaba varias veces «Please, start now!» a medio camino entre el mantra y la pregaria:

“Empezad ahora, por favor. No dudéis, empezad ahora. Os ahorraréis dinero, ahorraréis en gastos de producción, ayudaréis en la conservación de vuestro entorno natural, que a su vez ayudará en la conservación del entorno natural de nuestros hijos. Si empezáis ahora y lo pensáis detenidamente, podréis cambiar vuestra tierra bastante rápidamente y estaréis más felices, y vuestro futuro será más feliz. Y juntos conseguiremos que nuestro planeta sea más feliz. Por lo tanto, empezad ahora”.

Después de vivir los mayores desajustes climáticos en solo 10 años, la urgencia y el deber de cuidar los ecosistemas y adaptarnos al cambio climático ya no es cuestionable. 

Tengo que reconocer mi personal expectación para escuchar a Pilar Andrés, doctora en Ciencias por la Universidad Autónoma de Barcelona e investigadora del CREAF, especializada en el campo de la ecología y biodiversidad del suelo. En pocos minutos dejó claro lo que significa un suelo vivo, cómo interactúa la microbiologia para ayudar en la nutrición y la salud vegetal y qué sucede con distintos manejos en viñedos. Suelos resilientes pero agrícolas, esponjas de nutrientes y protegidos de las temperaturas máximas versus suelos técnicamente muertos (por debajo del 1,5% de materia orgánica), con una función más cercana al sustrato físico que a la producción de nutrientes y minerales. La agricultura regenerativa, muy alejada del «no intervenir», acelera los procesos naturales, acompañándolos y potenciándolos para generar suelo y vida lo antes posible. Una ponencia para abrir los ojos a quiénes todavía no han mirado el horizonte que sustenta la mayoría de la vida.

Luego subió Francesc Font a hablar, uno de los socios fundadores de AgroAssessor a hablar de su propia experiencia en estos campos. Francesc, agricultor de novena generación, y su pareja también Ingeniera Agrícola Nuri, tuvieron una revelación con la agricultura regenerativa. Conocerla les llevó a mudarse a Australia con sus 3 hijos para aprender de algunas de las voces con más experiencia. De vuelta en casa, el reto era vivir de ello en su propia zona climática y aplicar aquellas estrategias que más tenían que ver con su propia realidad. Años después, Francesc está divulgando los resultados obtenidos y participando en este cambio de regeneración de suelos en cultivos extensivos y a gran escala. Mientras termina su segundo libro donde explica con detalle los procesos que utilizan, su libro Arrelats a la Terra (Arraigados en la Tierra), está siendo una de las obras referentes para acercar sus vivencias a las personas que se dedican a producir alimentos. Siempre es un placer escuchar a Francesc, pero lo es más cuando pone sobre la mesa y se sincera con las mayores dificultades a las que se han encontrado.

Cuando un referente como Torres hace un movimiento tan disruptivo en un sector, hay la necesidad de comprender de dónde nace el impulso. Miquel Torres fue el encargado de poner en alerta al sector vitícola: mediante las prácticas que llevamos siglos realizando (hacemos vino siglos antes de la Edad de Cristo), la erosión es el mayor limitante actual y el cambio climático acentuará su papel y traerá más vectores potencialmente peligrosos para la producción de este alimento. El compromiso de la Bodega no es únicamente con la tranformación agraria, sino con la divulgación de las prácticas y los resultados y este primer Simposio es un enorme paso.

Antes de finalizar la jornada, una mesa redonda entre Josep Ramon Sainz de la Maza, Manel Badia, Francesc Font y Miquel Torres permitió compartir las dificultades y beneficios que se han ido encontrando las distintas personas en este camino regenerativo.

Puso punto y final al Simposio fue a cargo de la Directora general de Agricultura y ganadería de la Generalitat de Catalunya, Elisenda Guillaumes. Aunque aseguró que “el futuro será regenerativo o no será”, la necesidad de personas agricultoras y ganaderas es que sean acompañadas en esta transformación. Esperemos que así sea, porque por ahora la legalidad y la agricultura regenerativa están alejadas en muchos ámbitos.

Para cerrar la crónica de la jornada, varias reflexiones:

En primer lugar, la atención que genera una apuesta tan pionera en el sector del vino español/europeo/mundial y de qué manera puede ser una referencia para muchas. Abrir caminos es muy valiente, pero que otras los sigan harán que esto tenga sentido.

En segundo lugar, el tacto y sensibilidad que hubo en el evento. TODAS las personas que participaron en el simposio mostraron una necesidad personal y social de transformar los métodos de producción para adaptarnos al cambio climático y reducir el impacto de la producción. Voces emocionadas, que han visto como los ecosistemas se han degradado y que no tenían modelos donde inspirarse, pero que ahora sienten que el camino ha empezado y quieren compartir conocimiento y soluciones. No tenemos tiempo que perder.

Y en tercer y último lugar, recordar que detrás de cada empresa, de cada producto o servicio, hay personas. Personas que quieren contribuir a diario dando lo mejor que puedan y sepan. Gente que también necesita ser acompañada, escuchada y alentada para poder compartir este conocimiento e inspirarnos mútuamente. Necesitamos compasión por lo que hemos hecho hasta ahora, pero apostar por el nuevo camino a andar, porque solo paso a paso podremos llegar a transformar el paisaje.

Justo ese mismo día, por la tarde, nos llegaban imágenes terribles de un viñedo arrasado por una tormenta de esa misma jornada. De esto estamos hablando, de colaborar con la naturaleza para protegernos de sus inclemencias y regenerar los suelos.