Este domingo 2 de mayo de 2021, siendo el primer domingo de mayo, nos acordaremos…

La Zona 00 como recurso de diseño práctico
Hubo un sabio muy famoso llamado Ramana Maharshi que se fue de su casa a los 16 años atraído por la Colina de la Sabiduría, por la montaña Arunachala en India. Llegó en 1896 y se quedó hasta su muerte en 1950. Nunca se alejo más de 2 millas de sus laderas. Sus únicas posesiones fueron su taparrabos, su escudilla y su bastón. Ni siquiera tenía dormitorio privado en el lugar a donde le visitaron miles de buscadores espirituales*. Así de fuerte y permanente fue su vínculo sagrado con aquel hogar, aquella comarca rural y aquellas peregrinas internacionales.

También Fukuoka se comprometió por más de medio siglo con la parcela familiar en su Japón natal. En su granja practicó la filosofía espiritual del Wu-wei aplicándola en la investigación de un método agrícola que es considerado como parte de la formación actual en permacultura. Él dijo: “La meta básica del agricultor no es el cultivo de las cosechas sino el cultivo y la perfección del Hombre”**. Encontrar nuestro lugar en el orden de las cosas significa encontrarnos a nosotras mismas en nuestro interior y sembrarnos en un lugar físico desde donde polinizar al mundo.

Una de las tres éticas básicas de la permacultura trata sobre el intercambio justo entre las partes implicadas en un sistema al objeto de mantener su equilibrio sinérgico. Aplicado esto a la relación con el planeta significaría poner en la balanza lo que le damos y lo que recibimos en forma de recursos y servicios a lo largo de nuestro breve paso. Si el yo se transforma de acuerdo con las leyes naturales conectará con las raíces del alma y tendrá algo valioso que ofrecer. Este enraizamiento profundo es el que garantiza la elección de un camino vital congruente.

La coherencia en este caso significa actuar según las convicciones y no solo mediante cambios simbólicos. La tecnología actual ofrece una inmensidad de oportunidades para actividades presenciales o virtuales de todo tipo. Explorar estilos de vida, profesiones, culturas y relaciones personales que difieren tanto entre sí abre la mente y ayuda a discernir aquello que realmente da sentido y propósito. Sin embargo, también supone encarcelarse en una dispersión errante y agotadora si no se cuestionan a fondo todas las necesidades del yo y la propia imagen social.
El viaje de retorno hacia la maduración de la personalidad tiende a expresarse externamente mediante el cuidado amoroso del espacio físico privado y su ampliación hasta un tamaño a medida de los recursos disponibles para crear y sostener un proyecto permacultural. A veces solo será un complemento para familias urbanas limitadas por su vivienda con jardín y otras una finca con dedicación a tiempo completo dirigida por neorurarles y camperos reconvertidos. En ambos casos se satisfarán las necesidades reales del cuerpo y la mente sin dejarse dominar por ellas.

Gaia también tiene necesidades corporales de abundancia y biodiversidad. Si no ofrezco abundantes y biodiversas cosechas de frutos alimenticios para los cuerpos, las mentes y las almas de quienes la habitan mi participación en este proyecto global acarreará una deuda que alguien, tarde o temprano, pagará por mi. Las cuentas no salen si no se aporta una riqueza igual o mayor que la que recibimos. Puedes consultar a tu contable interior y meditar acerca cuál es el saldo actual y la manera en la podrías enriquecerte sin abusar de las técnicas modernas.

El hecho de que las agricultoras tradicionales estén cayendo en la tentación de explotar sus tierras mediante la tecnología actual después de muchas generaciones de trabajo manual demuestra que cultivar la Zona 00 es imprescindible para hacer un uso apropiado de los recursos. Cuando alguien sabe lo que quiere se convierte en un líder sin pretenderlo y no se deja llevar por modas si no benefician al conjunto. Su peso específico, el de su yo liberado, es tan enorme que no se deja manipular por cualquier ráfaga de viento ni huye fácilmente del reto de diseñar. Sus necesidades externas disminuyen gracias a llenarse de sí misma, sin que esto signifique necesariamente llevar una existencia austera o incluso miserable.

Ahora bien, la exigencia de mejorar la sociedad y el entorno natural genera un estrés excesivo que habitualmente nos convierte en ratones de laboratorio corriendo sin parar en las ruedas giratorias de la pequeña y confortable jaula, persiguiendo sueños que renuevan la adicción consumista mediante la sobresaturación de información y de grupos multimedia. Y, mientras, el campo, abandonado.

“¡Que pare el mundo que me quiero bajar!”. ¿Recuerdas este lema?

Bajarte significa empoderarte, refugiarte en tu territorio, en la república independiente de ti misma y establecerte en ella como si fuese una isla.

Si eso conlleva hacerte cargo de una parcela, aunque te hartes del trabajo duro, te sientas aislada, invadida por tu familia, defraudada por un cambio legal o climático, arruinada, enamorada de un alérgico al polen, atraída por un gurú oriental, robada en vacaciones y mal vista por el vecindario, si de verdad es tu sitio, te quedarás y prosperarás.
Si basándote en las éticas de la permacultura has alcanzado una cultura permanente en tu idiosincrasia, una manera peculiar, sostenible y creativa de encarar cada momento y cada circunstancia y en la que otras se pueden apoyar, te conviertes en un recurso de diseño práctico transportable a cualquier proyecto aunque no te hayas formado explícitamente para serlo. Su valor se añadirá como piedra angular al bagaje académico y al currículo experiencial para completar la preparación como aprendiz de tu propio campo de pruebas. Él te enseñará.
Notas:
Nota* Notas de la Introducción del libro “Sea Como Usted Es – Las Enseñanzas de Sri Ramana Maharshi”.
Nota** página VII del Prefacio de la traducción de Publicaciones Gea del libro “Revolución de un Rastrojo (brizna de paja) – Una Introducción a la Agricultura Natural” de Masanobu Fukuoka.
Nota*** La Quinta Cosa Sagrada: inspirada en el libro The Fifth Sacred Thing de Starhawk (Halcón Estelar) 1993. La novela describe un mundo ambientado en el año 2048 después de una catástrofe que ha dividido a EEUU en varias naciones. Los protagonistas viven en San Francisco y han evolucionado en dirección a Ecotopía , volviendo a una economía sostenible.
Nota**** El arado Yeoman Keyline es un magnífico ejemplo de tecnología moderna que no explota los recursos de la tierra, sino que, muy al contrario, beneficia su riqueza y sostenibilidad.
¡Eso es todo, amiga!
Ulises Libre en Madrid a 17 de enero de 2021.
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